
Daniel Kahneman es un psicólogo que fue galardonado con el premio Nobel de Economía. Ganó este premio por su obra relativa a la toma de decisiones, en concreto por su teoría prospectiva. Este libro condensa toda una vida de trabajo sobre el pensamiento humano, resaltando nuestros sesgos cognitivos y mostrando a la vez la genialidad y las limitaciones de la mente humana. Pues bien, este resumen intenta capturar algunos de los hallazgos más interesantes.
Kahneman escribe este libro como introducción a la psicología experimental para legos, y resume algunos de los resultados más importantes de los últimos 40 años. Al hacerlo, proporciona una descripción general del método científico tal y como se aplica a las ciencias sociales, incluyendo el arte de crear hipótesis, los astutos experimentos para ponerlas a prueba, y un poco acerca de cómo se analizan los datos.
De esta manera, muestra cómo nuestra comprensión de la mente humana ha ido avanzando poco a poco (pero de forma segura) gracias a muchos investigadores de todo el mundo. También relata la impresionante historia de este campo, remontándose hasta los grandes pensadores racionales Bernoulli (el de la famosa Ecuación de Bernoulli) y David Hume (el filósofo escocés).
En última instancia, Kahneman describe la manera en que nuestros cerebros han evolucionado para realizar muchas tareas con una gran eficiencia, pero a menudo no resultan adecuados para llevar a cabo otras tareas mentales con precisión. De hecho, nuestra forma de pensar está plagada de falacias de comportamiento.
Por este motivo, corremos el riesgo de ser manipulados de formas que no suelen ser evidentes, sino basadas en pequeños detalles. De hecho, las redes sociales, los gobiernos, los medios de comunicación y los líderes populistas son capaces de ejercer una forma de control mental colectivo explotando estas debilidades de la forma en que nuestros cerebros procesan la información.
Índice de contenido (navegable)
- 1 Dos sistemas
- 2 Falacias
- 3 Predisposición
- 4 Facilidad cognitiva
- 5 Conclusiones apresuradas
- 6 Responder a una pregunta más fácil
- 7 La ley de los pequeños números
- 8 Anclas
- 9 Disponibilidad
- 10 Representatividad
- 11 Menos es más
- 12 Regresión a la media
- 13 Efecto de dotación
- 14 Aversión a la pérdida
- 15 Las personas no son racionales
- 16 Sobrestimar lo reciente
Dos sistemas
Kahneman describe dos sistemas que mueven la mente:
- El sistema 1 funciona de manera automática y rápida, con poco o ningún esfuerzo, y sin sensación de control voluntario.
- El sistema 2 se centra en las actividades que exigen esfuerzo mental, incluyendo cálculos complejos. Las operaciones del sistema 2 suelen estar asociadas con la experiencia subjetiva de la acción, la elección y la concentración.
De alguna manera, estos dos sistemas coexisten en el cerebro humano y nos ayudan a abrirnos camino por la vida. Pero no son literales ni físicos, sino conceptuales.
El sistema 1 es intuitivo y no se puede apagar. Nos ayuda a realizar la mayoría de las tareas cognitivas que exige la vida cotidiana, como identificar amenazas, guiarnos hasta nuestro hogar por caminos conocidos, saber que 2+2=4, reconocer a amigos, etc.
Por otro lado, el sistema 2 nos ayuda a analizar problemas complejos, a resolver ejercicios de matemáticas, a hacer crucigramas y demás. Aunque el sistema 2 es útil, activarlo requiere esfuerzo y energía. Por lo tanto, tiende a tomar atajos por mandato del sistema 1. Un ejemplo sería el siguiente silogismo:
- Todas las rosas son flores.
- Algunas flores se marchitan con rapidez.
- Por lo tanto, algunas rosas se marchitan con rapidez.
Una gran mayoría de los estudiantes universitarios consideran que es correcto. Pero por supuesto, no lo es. Resulta engañoso porque sabemos de forma intuitiva que las rosas se marchitan. Pero este silogismo no es una afirmación acerca del mundo, sino que lo relevante en este caso son las relaciones lógicas.
El sistema 2 requiere una cantidad relativamente elevada de energía para analizar por completo el silogismo. Por contra, el sistema 1 llega de inmediato a la conclusión de que el silogismo es cierto, por lo que convence al sistema 2.
Pues bien, después de leer “Pensar rápido, pensar despacio”, su resumen permite llegar a la conclusión de que cuando las personas llegan a creer una afirmación falsa, es más probable que crean los argumentos que la corroboran. Precisamente, ésa es la base del sesgo de confirmación.
Según Kahneman, éstas son las características del sistema 1:
- Genera impresiones, sensaciones y predisposiciones. Cuando están respaldadas por el sistema 2, se convierten en creencias, actitudes e intenciones.
- Funciona de manera rápida y automática, sin sensación de control voluntario.
- Puede ser programado por el sistema 2 para activar la atención tras detectar un patrón determinado (búsqueda).
- Ejecuta respuestas y genera intuiciones en base a las habilidades obtenidas tras el entrenamiento adecuado.
- Genera un patrón coherente de ideas activadas en la memoria asociativa.
- Vincula una sensación de facilidad cognitiva con ilusiones de verdad, sensaciones agradables y una disminución de la alerta.
- Distingue lo sorprendente de lo normal.
- Infiere e inventa causas e intenciones.
- Rechaza la ambigüedad y elimina la duda.
- Es proclive a creer y confirmar.
- Exagera la consistencia emocional (efecto halo)
- Se centra en la evidencia existente e ignora la ausente (“lo que se ve es todo lo que hay”)
- Genera un conjunto limitado de valoraciones básicas.
- Representa conjuntos de acuerdo con normas y prototipos, pero no integra.
- Determina equivalencias entre escalas (por ejemplo, tamaño con respecto a volumen auditivo).
- Calcula más de lo deseado (escopeta mental).
- A veces reemplaza una pregunta difícil por otra fácil (heurística).
- Es más sensible a los cambios que a los estados (teoría de las prospectivas).
- Sobrestima las probabilidades bajas.
- Muestra una sensibilidad decreciente hacia la cantidad (psicofísica).
- Responde con más intensidad a las pérdidas que a las ganancias (aversión a la pérdida).
- Plantea problemas de decisión de manera restringida, aislando unos de otros.
Falacias
A continuación tienes un resumen de las principales falacias que identifica Kahneman.
Predisposición
Nuestras mentes son maravillosas máquinas de asociación, lo que nos permite relacionar con facilidad palabras como “lima” y “verde”. Debido a esto, somos susceptibles a la predisposición, mediante la cual se activa una asociación recurrente que nos orienta hacia una acción o dirección concreta. Es la base de la publicidad que usa imágenes positivas.
Facilidad cognitiva
Es más probable creer aquello que resulte más fácil para el sistema 2. La facilidad surge de la idea de reiteración de las imágenes claras, de las ideas preconcebidas e incluso del estado de ánimo. Pues bien, resulta que la repetición de una falsedad puede llevar a las personas a aceptarla, a pesar de saber que es falsa. Esto se debe a que el concepto se vuelve familiar y es más fácil de procesar desde el punto de vista cognitivo.
Conclusiones apresuradas
El sistema 1 es “una máquina de sacar conclusiones apresuradas” basando sus conclusiones en el principio de que lo que se ve es todo lo que hay (WYSIATI, por sus siglas en inglés). Esto refleja una tendencia a sacar conclusiones basadas en la información disponible en el momento, que a veces es engañosa. Y una vez que se sacan esas conclusiones, se creen de manera ferviente.
En la práctica, el efecto de las conclusiones apresuradas se puede comprobar en el efecto halo, el sesgo de confirmación, el efecto encuadre y la falacia de la frecuencia base.
Precisamente, si lees “Pensar rápido, pensar despacio”, el resumen del mismo te permitirá hacerte una idea sobre la importancia de todos estos conceptos. Por ejemplo, el sesgo de confirmación hace que tendamos buscar evidencias que respalden nuestras creencias, y además hace que estemos más abiertos a dichas evidencias.
Desde un punto de vista racional, deberíamos buscar evidencias que contradigan nuestras creencias, dado que las mismas someterán a nuestro sistema de creencias a un mayor escrutinio. Pero este enfoque es poco habitual fuera de los rigores de la ciencia pura. De hecho, en ciencia existe una metodología que consiste en formular una hipótesis nula, cuya negación demuestra la afirmación original.
Responder a una pregunta más fácil
A menudo, cuando nos enfrentamos a una pregunta compleja solemos transformarla en otra más sencilla que seamos capaces de responder. En otras palabras, usamos una heurística. Por ejemplo, si te preguntan “¿eres feliz con tu vida?” podrías responder a la pregunta “¿cómo estás ahora?”. Aunque estas heurísticas (una palabra que tiene la misma raíz que “eureka”) pueden ser útiles, suelen llevar a conclusiones erróneas.
La ley de los pequeños números
Tenemos una fe exagerada en las muestras pequeñas, pero nuestra tendencia a buscar patrones y explicaciones nos lleva a establecer una explicación causal sobre sucesos arbitrarios que resulta ser incorrecta o carente de base. Hasta investigadores como el propio Kahneman caen en la trampa del tamaño de la muestra cuando realizan sus estudios.
Anclas
Las anclas son una manera de predisponer a la mente con una expectativa. Un ejemplo de ello sería el siguiente par de preguntas: “la secuoya más alta, ¿mide más o menos de X metros?, ¿cuánto crees que mide la secuoya más alta?” Pues bien, cuando X es 350 metros, la respuesta a la segunda pregunta tiende a los 250 metros. Sin embargo, cuando X es 50 metros, la contestación tiende a los 85 metros.
Disponibilidad
El sesgo de disponibilidad se produce cuando juzgamos algo teniendo en cuenta una experiencia o un suceso reciente, o bien un recuerdo que tengamos muy fresco en la memoria. Las personas que se rigen por el sistema 1 son más susceptibles que el resto al sesgo de disponibilidad. Esto es especialmente cierto en las siguientes circunstancias:
- Cuando realizan al mismo tiempo otra tarea que requiere esfuerzo.
- Cuando están de buen humor porque han pensado en algún episodio feliz de sus vidas.
- Si obtienen una puntuación baja en una escala que mida la depresión.
- Si son inexpertos con algunos conocimientos sobre el tema de la tarea, en contraste con los verdaderos expertos.
- Cuando obtienen una puntuación alta en una escala que mida la fe en la intuición.
- Si son poderosos, o se les ha hecho sentir así.
Representatividad
La representatividad se da cuando usamos los estereotipos para juzgar probabilidades. Por ejemplo, supón que ves a una persona leyendo el periódico en el metro. ¿Crees que es más probable que tenga un doctorado o que no tenga estudios universitarios? El problema de la representatividad es que puede hacernos elegir la segunda respuesta, a pesar de que la probabilidad de que veas a personas con doctorado en el metro es mucho menor que en el caso de personas sin estudios universitarios.
Pues bien, si lees “Pensar rápido, pensar despacio”, el resumen que se puede extraer acerca de esta cuestión es que es un problema muy habitual. Sin embargo, una manera de evitar la tentación de recurrir a la representatividad es tener en cuenta el porcentaje de referencia (en el caso del ejemplo, el porcentaje de personas con doctorado frente al de personas sin estudios universitarios) y realizar el juicio a partir del mismo.
Menos es más
Lee la siguiente descripción: “Ana es una mujer soltera de 31 años con un carácter honesto y un intelecto brillante que está graduada en filosofía y que, cuando era estudiante, mostró una gran preocupación por los problemas relacionados con la discriminación y la justicia social, e incluso participó en manifestaciones en contra de la energía nuclear”.
Pues bien, ¿qué alternativa te parece más probable?
A) Ana es cajera en un banco
B) Ana es cajera en un banco y participa de forma activa en el movimiento feminista.
En este caso, el detalle adicional de que Ana “participa de forma activa en el movimiento feminista” correspondiente a la respuesta B sólo sirve para reducir la probabilidad, dado que implica más restricciones. Sin embargo, debido a la descripción incluida, existe una tendencia a elegir la opción B aunque sea menos probable. Ése es el motivo por el que menos es más.
Regresión a la media
La regresión a la media es el hecho estadístico de que cualquier secuencia de muestras acabará convergiendo al valor esperado (es decir, a la media). Por desgracia, solemos buscar motivos causales para explicar golpes de suerte y otras secuencias de números aparentemente asociados entre sí. Además, cuando se aportan más detalles (por ejemplo, las rachas de buena suerte), tendemos a encontrar explicaciones causales.
En este sentido, tras leer “Pensar rápido, pensar despacio”, el resumen sobre esta cuestión permite detectar otros defectos de la mente relacionados con el anterior:
- Ilusión de comprensión: construimos narrativas que nos ayudan a entender el mundo y a darle un sentido. Buscamos causalidad donde no la hay.
- Ilusión de validez: los comentaristas, los gestores de bolsa y otros expertos tienden a desarrollar una sensación de dominio desproporcionada.
- Intuición del experto: algunos algoritmos (incluso los que son aparentemente primitivos) que se aplican con rigor suelen superar a los expertos.
- Falacia de la planificación: esta falacia afecta a muchos profesionales y se produce por culpa de planes y previsiones que se acercan de manera irreal al mejor caso posible. Además, no tienen en cuenta los resultados reales de proyectos similares.
- Optimismo y engaño del emprendedor: la mayoría de las personas tienen demasiada seguridad en sí mismas, tienden a ignorar a los competidores y creen que lograrán un resultado por encima de la media.
Efecto de dotación
A la mayoría de las personas les resulta familiar un aspecto del efecto de dotación: la falacia del coste irrecuperable. Sin embargo, con la experiencia y la formación adecuadas, las personas como los inversores de bolsa pueden llegar a superar este efecto. La diferencia clave parece estar en si los bienes se dedican a la inversión o al uso. En el último caso, el efecto de dotación es más acentuado.
Aversión a la pérdida
Otro fenómeno que se puede medir es la aversión a la pérdida. Se trata de algo que influye en muchos aspectos de la vida, incluyendo las regulaciones y las reformas que eliminan ventajas de un grupo en favor de otro, incluso si eso puede resultar en una reducción de la utilidad general.
Las personas no son racionales
En economía se suele asumir que las personas actúan de forma racional. Sin embargo, la realidad es que no son del todo racionales. En general, las personas prefieren las cosas seguras, y tienden a valorar la eliminación del riesgo en lugar de preferir la racionalidad de reducirlo hasta un nivel aceptable. Además, la gente asocia el valor a las ganancias y a las pérdidas (es decir, al cambio) en lugar de valorar la riqueza propiamente dicha.
Sobrestimar lo reciente
Las personas tienden a sobrestimar sus experiencias recientes. Además, la percepción positiva o negativa viene determinada de manera desproporcionada por los últimos episodios de toda la experiencia. Por lo tanto, unas vacaciones que empiecen mal pero que tengan un final agradable tenderán a ser recordadas de manera favorable. Sin embargo, la secuencia contraria puede socavar la experiencia global, incluso si las partes malas no duraron más tiempo.