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Resumen libro «Inteligencia emocional» de Daniel Goleman

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“Inteligencia emocional” es uno de los libros más populares del mundo dentro del género de la autoayuda, con más de 5 millones de ejemplares vendidos en todo el planeta.

Esta obra realiza un resumen de la naturaleza de la inteligencia emocional y describe su enorme impacto en un montón de facetas de nuestras vidas. También explica las distintas formas en las que se desarrolla la inteligencia emocional, y cómo puedes mejorarla.

De esta manera, el libro ofrece una perspectiva diferente con respecto al enfoque extremadamente racional que tanto abunda en las facultades de psicología.

Además, el autor proporciona a los lectores nuevas ideas acerca del vínculo que existe entre el éxito, las habilidades cognitivas y las capacidades sensoriales, junto con consejos útiles para elevar tu inteligencia emocional.

Algunas personas piensan que las emociones sólo juegan un papel en las relaciones románticas, o que sirven de provocación para que la gente se pelee.

Sin embargo, la realidad es que las emociones son omnipresentes: dan forma a nuestras decisiones, nos ayudan a encontrarle un sentido al mundo y juegan un papel importante en cualquiera de nuestras interacciones con otras personas.

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Este libro explica con gran detalle cuál es el impacto que tienen las emociones en nuestra vida cotidiana, las cuales pueden ser útiles aunque a menudo generen confusión.

También hace hincapié en el papel de la inteligencia emocional, que nos ayuda a usar nuestras emociones de forma correcta para lograr resultados positivos y evitar situaciones adversas.

Además, explica la manera en que la inteligencia emocional permite generar una interacción armoniosa entre el cerebro racional y el emocional. Y describe cómo podemos aprender y mejorar esta capacidad.

Por último, tras leer “Inteligencia emocional” de Daniel Goleman, el resumen permite dar respuesta a algunas preguntas interesantes, como por ejemplo: ¿cómo se desarrolla la inteligencia emocional en las personas?, ¿por qué esta capacidad es tan necesaria para la sociedad en su conjunto?

Las emociones son importantes: nos ayudan a aprender cosas nuevas, a entender a los demás y a pasar a la acción

¿Las emociones deben ser obstáculos? ¿Podríamos vivir mejor los seres humanos eliminando la parte emocional para convertirnos en seres racionales y sin emociones? Pues lo cierto es que las emociones son esenciales porque proporcionan ventajas que nos permiten vivir una vida más gratificante.

Una de esas ventajas es que las emociones nos ayudan a aprender partiendo de los recuerdos. Cuando el cerebro almacena experiencias, no se limita a recopilar hechos.

También registra cómo nos sentimos, lo que nos permite aprender de dichas experiencias. Por ejemplo, si un niño toca un horno caliente, experimentará un gran dolor. Así que la idea de tocar otro horno en el futuro estará acompañada por un recuerdo de ese dolor.

Por lo tanto, esas sensaciones son las que evitarán que vuelva a quemarse en el futuro.

Otra ventaja de las emociones es que nos ayudan a interpretar las emociones de otras personas, lo que resulta útil para predecir sus acciones. Por ejemplo, imagina que te enfrentas a un hombre enfadado. A partir de su lenguaje corporal (como los puños cerrados o el tono elevado) podrás inferir su estado emocional. Gracias a eso, podrás predecir lo que hará a continuación: por ejemplo, si está a punto de pegar a alguien o no.

La última ventaja de las emociones es que motivan las acciones: necesitamos catalizadores emocionales para poder reaccionar con rapidez.

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Volviendo al ejemplo anterior, si sientes que un hombre está a punto de enfadarse, las emociones te harán sentir una amenaza que hará que te pongas a la defensiva en caso de que parezca que va a atacarte.

Las personas que pierden la capacidad de sentir también pierden la motivación para actuar. Por ejemplo, en el siglo XIX muchos pacientes psiquiátricos fueron sometidos a una cirugía de “separación cerebral” llamada lobotomía.

Los médicos cortaban la comunicación entre los dos hemisferios del cerebro, haciendo que los pacientes ya no pudieran procesar las emociones igual que antes.

El resultado es que las personas sometidas a esta operación ya no sentían la necesidad de actuar, y también habían perdido la mayor parte de su capacidad perceptiva.

A veces, las emociones pueden alterar el juicio y hacer que actuemos de forma irracional

Después de leer “Inteligencia emocional” de Daniel Goleman, un resumen que se puede extraer es que las emociones son herramientas importantes para comprender nuestro entorno e interactuar con él.

Sin embargo, también tienen defectos y pueden hacer alterar nuestro buen juicio.

Uno de los principales errores que cometemos se produce cuando recibimos demasiados estímulos.

Para hacer juicios inteligentes tenemos que pensar de manera coherente.

Pero igual que ocurre con un malabarista, nuestra mente sólo puede manejar unas pocas tareas al mismo tiempo.

Así que cuando nos encontramos en un estado de estimulación extrema, nuestros pensamientos se llenan de emociones intensas.

El resultado es que el cerebro se queda sin capacidad para pensar de forma racional, haciendo que nuestros juicios sean sesgados.

Situaciones de peligro

Cuando estás asustado es posible que reacciones de forma exagerada, pensando que la situación es más peligrosa de lo que realmente es. Cuando la información entra en el cerebro, una parte de la misma se salta la región responsable de la razón (el neocórtex) y llega directamente al cerebro emocional. Si éste juzga que la información representa un peligro potencial, entonces activará una respuesta inmediata sin consultar con el cerebro racional. Por eso te sentirás sobresaltado si te encuentras en medio de una selva por la noche y de pronto ves una forma extraña moviéndose.

Además, también es habitual que nos comportemos de manera irracional cuando no influyen las reacciones emocionales del pasado.

En concreto, los seres humanos solemos aplicar patrones de comportamiento basados en experiencias del pasado, incluso aunque las circunstancias hayan cambiado.

Por ejemplo, si un niño fue víctima de abusos en el colegio y luego creció hasta convertirse en un hombre fuerte, es posible que siga sin poder soportar la sensación de haber recibido abusos cuando era niño.

Así que aunque las emociones son importantes, pueden tomar el control de nuestras mentes y alterar nuestro pensamiento lógico. Por lo tanto, necesitamos un método para poder controlar las emociones de manera más eficaz.

La inteligencia emocional puede ayudarte a controlar tus emociones para conseguir tus objetivos

cerebro inteligencia

Teniendo en cuenta lo anterior, ¿cómo puedes controlar el poder de las emociones sin terminar sobrepasado por ellas? Pues para eso necesitas tener inteligencia emocional, la cual te ayudará a percibir y gestionar mejor tus sentimientos, en lugar de dejar que sean ellos los que te controlen.

En concreto, la primera característica de la inteligencia emocional es la capacidad para reconocer y etiquetar tus emociones actuales. Este paso resulta esencial para poder llegar a controlar tus emociones.

De hecho, hay estudios que demuestran que las personas que son incapaces de reconocer sus sentimientos son más propensas a montar en cólera.

Cuando seas capaz de detectar tus emociones, tendrás que rastrear su origen. A menudo, la manera de sentirte ante una situación depende de lo que pienses sobre ella.

Por ejemplo, si te encuentras con una persona que conoces por la calle y esa otra persona dice que no se acuerda de ti, es posible que pienses que te está evitando a propósito. Esto puede hacer que te sientas incómodo, o incluso furioso.

Sin embargo, si dejas de pensar en los motivos por los que te está ignorando, podrás encontrar otras posibles explicaciones que hagan que te enfades menos.

emociones

Por ejemplo, es posible que esa otra persona no te haya reconocido porque esté absorbida por sus pensamientos y no preste atención a su entorno.

A medida que empieces a reconocer y controlar tus sentimientos, la inteligencia emocional te ayudará a centrarte en conseguir tus objetivos.

Por ejemplo, imagina que tienes que hacer un trabajo para clase. El tema de dicho trabajo no te resulta interesante, y preferirías ir a un festival de cine. Pues bien, la inteligencia emocional te ayudará a gestionar estos sentimientos encontrados.

Así que aunque el tema del trabajo te resulte aburrido, puedes intentar analizarlo desde un punto de vista diferente. Es posible que haya algún aspecto del mismo que te suscite interés.

Además, debes ser consciente de lo que te hace sentir el festival de cine: puedes retrasar la euforia y dejar la oportunidad de divertirte para otra ocasión.

Los estudiantes que organizan sus tareas de esta manera suelen conseguir mejores notas en clase, incluso si tienen un cociente intelectual más bajo.

La inteligencia emocional es la habilidad que necesitas para no perderte en la sociedad

A menos que vivas en una isla desierta, te resultará complicado llevar una vida feliz sin más que controlar tu mente. De hecho, si lees “Inteligencia emocional” de Daniel Goleman, un resumen que puedes hacer de este libro es que las personas que te rodean juegan un papel fundamental en tu existencia.

Por lo tanto, la única forma de vivir una vida plena es gestionar correctamente tus interacciones sociales.

Pues bien, la inteligencia emocional te ayuda a conseguir este objetivo. En concreto, esta capacidad facilita las interacciones sociales positivas porque te ayuda a ponerte en la piel de la otra persona. Además, saber cómo te sientes en una situación concreta te ayudará a valorar cómo se sentirían los demás en un contexto parecido.

Además, serás capaz de reconocer estos signos de manera automática, sin tener que pensar demasiado. Y como la inteligencia emocional te ayuda a empatizar con los demás, también te será de ayuda para comportarte de forma correcta, haciendo que le gustes más a la gente.

Lenguaje no verbal

Por otro lado, la inteligencia emocional también te ayuda a descubrir las emociones de otras personas analizando su lenguaje no verbal. Esto quiere decir que podrás valorar el estado de ánimo de los demás analizando este tipo de pistas, entre las que se incluyen las expresiones faciales y el lenguaje corporal. Por ejemplo, si ves que alguien está pálido y tiene la boca abierta, probablemente llegarás a la conclusión de que acaba de experimentar algo impactante.

Por ejemplo, imagina que eres el jefe de una empresa en la que un empleado comete el mismo error una y otra vez. Tendrás que hablar con él para intentar que cambie, pero deberás hacerlo de manera sutil.

Si le haces daño, es probable que se enfade o que se ponga a la defensiva, por lo que será más difícil que cambie como quieres. Ahora bien, si empatizas con él y te imaginas cómo se sentiría, podrás abordar la situación de manera más eficaz.

En general, las personas con una inteligencia emocional elevada destacan en contextos sociales, como la enseñanza, la resolución de conflictos o la gestión de personal. Y estos dones pueden ser de ayuda para mantener relaciones saludables en la vida.

La inteligencia emocional requiere un equilibrio entre el “cerebro emocional” y el “cerebro pensante”

emociones corazon cerebro

Nuestra manera de pensar está muy relacionada con nuestra forma de sentir. Esto se debe a que el cerebro pensante (donde desarrollas tu capacidad para pensar de forma racional) y tu cerebro emocional (donde se original las emociones) están conectados mediante cables, es decir, nervios.

Pues bien, nuestra inteligencia emocional depende de estas conexiones, por lo que cualquier daño en estos circuitos neuronales puede producir un descenso de la inteligencia emocional.

Por ejemplo, una persona cuyo cerebro emocional esté separado de la parte pensante dejará de experimentar emociones. Las deficiencias en esta sección del cerebro producirán una pérdida de la consciencia emocional, que es un componente clave de la inteligencia emocional.

De hecho, se han encontrado pruebas de ello en pacientes sometidos a cirugía para separar los dos hemisferios del cerebro. Tras la pérdida de la conexión entre la parte izquierda y la derecha, se quedaron sin capacidad para percibir las emociones.

Otro ejemplo sobre la importancia de las conexiones entre las dos partes del cerebro es el papel del cerebro pensante a la hora de regular el funcionamiento de la parte emocional, que es un paso fundamental de cara al autocontrol emocional.

En concreto, el autocontrol emocional funciona de la siguiente manera: normalmente, un estímulo (como un estruendo repentino) activará la parte de tu cerebro emocional que tomará el control.

Entonces, evaluará automáticamente este estímulo como un peligro, y responderá poniéndote en alerta.

Pues bien, los seres humanos usamos el cerebro pensante para intentar regular este proceso.

justicia cerebro

Tras oír un ruido estruendoso y mientras la parte emocional hace sonar las alarmas por todo el cuerpo, la parte pensante del cerebro comprueba de nuevo la situación para ver cuál es la naturaleza del estímulo.

De esta manera, si no nota ningún peligro, hace que el cerebro emocional y el resto del cuerpo se calmen, permitiéndote que pienses con más tranquilidad. Ése es el motivo por el que no siempre reaccionamos de forma exagerada con todos los ruidos que oímos.

En definitiva, después de leer “Inteligencia emocional” de Daniel Goleman, el resumen a este respecto es que si desconectas las partes del cerebro que piensan y sienten, el proceso que acabo de describir no funcionará.

Por este motivo, los pacientes con daños graves en sus cerebros pensantes tienen dificultades para controlar sus emociones.

La inteligencia emocional puede mejorar tu salud y hacerte más exitoso

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¿Cuál es la clave para llevar una vida exitosa y satisfactoria? Es posible que creas que para conseguirlo es necesario tener un cociente intelectual (CI) elevado: las personas con más talento tienen más probabilidades de ser felices.

Sin embargo, la inteligencia emocional es igual de importante que el cociente intelectual de cara a conseguir la gloria.

De hecho, la evidencia disponible demuestra que las personas con mayor inteligencia emocional son más propensas a tener éxito.

Por ejemplo, hay estudios que indican que los estudiantes con mayores niveles de empatía consiguen notas más altas que otros alumnos con un cociente intelectual parecido.

Quienes son capaces de controlar sus instintos también tienen más éxito que sus colegas.

Por ejemplo, en la Universidad de Stanford se realizó un estudio llamado “La prueba del malvavisco” con el fin de medir la capacidad de un grupo de niños de cuatro años para resistirse ante una golosina. Años después, los niños que fueron capaces de controlar sus deseos tuvieron más éxito en el colegio y en la sociedad.

Por otro lado, la inteligencia emocional también es beneficiosa en el trabajo.

Los jefes que dominan las habilidades sociales suelen ser mejores a la hora de persuadir a las personas.

Y por si esto fuera poco, la inteligencia emocional nos puede ayudar a llevar una vida más saludable. Esto se puede comprobar analizando los niveles de estrés.

Cuando pasamos por etapas complicadas, nuestro corazón acaba viéndose afectado por culpa de la presión sanguínea elevada, lo que a su vez aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.

cerebro corazon

Además, el estrés puede debilitar el sistema inmune, como demostró un estudió que llegó a la conclusión de que las personas sometidas a estrés eran más propensas a coger la gripe en comparación con la población general.

Pues bien, la inteligencia emocional nos puede ayudar a evitar los peligros del estrés. El motivo es que si quieres aprender a reducir los sentimientos negativos (como la ansiedad o la ira), podrás prevenir sus efectos negativos sobre tu salud.

Por ejemplo, según un estudio clínico, las personas que habían sufrido un ataque al corazón y que recibieron indicaciones para controlar su ira pudieron reducir de manera significativa su riesgo de sufrir otro fallo cardíaco.

Sin embargo, a pesar de los efectos notables que tiene la inteligencia emocional sobre el éxito y la salud, los currículos educativos le prestan muy poca atención a estas habilidades de gestión de las emociones.

El futuro de la sociedad dependerá de la inteligencia emocional de los niños

niños jugando

Mientras una inteligencia emocional elevada puede hacer que la gente esté sana y feliz, lo contrario tiene importantes efectos negativos sobre la sociedad en su conjunto.

Por ejemplo, en Estados Unidos la tasa de homicidios entre adolescentes se triplicó entre 1965 y 1990, lo que podría haber estado relacionado con una disminución de la inteligencia emocional.

De hecho, hay pruebas de peso que demuestran que una deficiencia en la inteligencia emocional puede aumentar el riesgo de delinquir, por lo que es un factor importante en el aumento de las tasas de criminalidad.

Por ejemplo, hay estudios que demuestran que los delincuentes juveniles suelen tener una menor capacidad para controlar sus propios deseos y para entender las expresiones faciales de otras personas. Y estas mismas deficiencias también se encuentran en los delincuentes sexuales adultos.

Además, los adictos también exhiben problemas de inteligencia emocional. Por ejemplo, las personas adictas a la heroína tenían dificultades para controlar su ira, incluso antes de iniciar su adicción.

Teniendo en cuenta lo anterior, si lees “Inteligencia emocional” de Daniel Goleman, un resumen que podrás extraer es que el futuro de los niños depende en gran medida de su competencia emocional. En concreto, los niños que crecen rodeados de personas emocionales también muestran una mayor inteligencia emocional cuando crecen.

niño columpio

Este resultado se encuentra respaldado por un estudio que demuestra que los niños con padres que tienen una inteligencia emocional elevada son capaces de gestionar mejor sus propias emociones, tienen menores niveles de estrés, sacan mejores notas que sus compañeros de clase y son considerados como más aptos por parte de sus profesores.

Como era de esperar, la inteligencia emocional de un niño también está relacionada con su bienestar. De hecho, los niños que carecen de conciencia sobre sí mismos, de empatía y de control sobre sus deseos son más propensos a desarrollar trastornos mentales, y también suelen tener más problemas en clase.

Toda esta evidencia demuestra que son los adultos los que tienen que desarrollar la inteligencia emocional de los niños. De hecho, los niños de hoy serán los padres, los jefes y los políticos del mañana.

En resumidas cuentas, hay muchas personas que tendrán un gran impacto en la sociedad del futuro, por lo que cualquier comunidad saldrá beneficiada si sus líderes muestran empatía, son buenos a la hora de resolver conflictos y no actúan a ciegas guiándose por sus propios instintos.

Existen otros factores de índole social que afectan a la calidad de las comunidades del futuro, pero no cabe ninguna duda de que la inteligencia emocional tiene una enorme influencia.

Formas de aumentar tu inteligencia emocional

cambio habitos

Hasta ahora hemos visto que la inteligencia emocional puede hacer que te sientas más satisfecho, pero es posible que te preguntes si se puede incrementar. Pues bien, la respuesta es que sí, y hay varios ejercicios que te pueden ayudar a conseguirlo.

Si quieres mejorar la conciencia sobre ti mismo y tu capacidad de autocontrol, puedes practicar usando diálogos internos. Éstos te servirán de ayuda para identificar y poner nombre a tus sentimientos.

Por ejemplo, si tu mejor amigo habla con todo el mundo menos contigo acerca de sus problemas matrimoniales, es posible que te sientas enfadado. Sin embargo, hablar contigo mismo puede ayudarte a afrontar este problema. De esta forma, podrías preguntarte:

¿Por qué estoy enfadado?, ¿Por qué mi mejor amigo me ignora?”.

Pues bien, una vez que hayas identificado el sentimiento y su origen, podrás trabajar para reducir tu negatividad. Podrías decirte a ti mismo “es posible que me haya ignorado porque no quiere molestarme cuando estoy ocupado”. Viéndolo desde este punto de vista, es posible que te sientas mejor.

Por otro lado, si quieres mejorar tu empatía, puedes probar a imitar el lenguaje corporal de otra persona. Esto funciona porque los gestos no sólo reflejan las emociones, sino que las crean. Así que, por ejemplo, si imitas la postura relajada de otra persona podrás generar una sensación de relajación en ti mismo.

Además, si quieres mejorar tu motivación y pensar de manera más positiva, puedes intentar explicar la forma en que tus éxitos y tus fracasos afectan a tu capacidad para motivarte a ti mismo.

A modo de inspiración, empieza a pensar de la siguiente forma: las personas que se convencen a sí mismas de que tienen la culpa de sus fracasos (sin culpar al resto del mundo) y de que pueden cambiar por su cuenta, no se rinden con facilidad. Siguen intentándolo porque creen que tienen sus vidas bajo control.

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Por otro lado, es más probable que quienes culpan a los demás de sus propias deficiencias a nivel personal se acaben rindiendo. Se dicen a sí mismos que no pueden hacer nada para alcanzar el éxito. Así que si vas a leer “Inteligencia emocional” de Daniel Goleman, el resumen que saques de este libro debe hacer hincapié en la necesidad de evitar esta mentalidad.

Puedes usar la inteligencia emocional en muchas situaciones, desde el trabajo a tu vida amorosa

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Llegados a este punto es probable que hayas aprendido un poco sobre la inteligencia emocional. Sin embargo, es posible que te preguntes cómo puedes poner en práctica estos conocimientos. Pues bien, a continuación tienes algunos consejos que te ayudarán a usar la inteligencia emocional en tu vida cotidiana.

El primero de estos consejos es que puedes evitar los malentendidos en una relación si prestas atención a las diferencias entre hombres y mujeres al afrontar sus emociones.

Normalmente, a las chicas se les enseña a compartir sus sentimientos y a conectar con la gente mediante conversaciones íntimas, mientras que a los chicos se les dice que deben minimizar sus sentimientos para evitar parecer vulnerables.

Por ejemplo, si una chica se queja a su novio sobre un problema, éste puede reaccionar de inmediato ofreciéndole un consejo. Sin embargo, esta respuesta carece de sutileza.

Normalmente, en este tipo de casos la chica sólo quiere recibir algún tipo de aprobación. Quiere que su pareja la escuche y que demuestre que la entiende. Por lo tanto, ofrecer una solución inmediata podría interpretarse como una negación de sus sentimientos en lugar de un intento de ayuda. Por lo tanto, lo mejor es prestar más atención a sus problemas.

También puedes seguir el siguiente consejo: si te enfadas mucho durante una discusión, intenta hacer una pausa para calmarte. Las emociones intensas suelen suprimir la capacidad de pensamiento, por lo que podrías acabar diciendo cosas de las que luego te arrepientas.

Incluso hay consejeros matrimoniales que recomiendan a las parejas controlar su ritmo cardíaco durante los conflictos. Si este ritmo aumenta más de diez pulsaciones por minuto por encima de la media, quiere decir que la persona está demasiado distraída como para pensar de forma racional, por lo que debería descansar un rato.

Y un consejo final: si has criticado a alguien, sé concreto y ofrece una solución. Si te centras en un único error y eliges la solución correcta, conseguirás transmitir tu mensaje con claridad, por lo que el receptor de la crítica se sentirá más calmado e informado.

Conclusión

Después de leer “Inteligencia emocional” de Daniel Goleman, el resumen que se puede extraer es que nuestras emociones son importantes porque nos guían y nos motivan para actuar. Sin embargo, también hacen que nos comportemos de forma irracional.

Ése es el motivo por el que necesitamos la inteligencia emocional. Ésta se compone de un conjunto de habilidades que te ayudarán a percibir y gestionar las emociones, tanto las tuyas como las de los demás.